El último número de Comentarios de Coyuntura Económica del IESE recoge un interesante artículo del Profesor Antonio Argandoña titulado “2010: nadie dije que éste sería un buen año”.
No da una visión pesimista pero tampoco ingenuamente optimista como aquellos que ven brotes verdes por todas partes y aunque los hubiera, piensa que en cada brote está la solución.
Señala la diferencia entre la recuperación que se está produciendo en USA y en otras zonas como Europa, en parte por la mayor flexibilidad del mercado laboral en Estados Unidos.
La recuperación va a ser lenta. Lo cual no quiere decir que sea malo. Crecer muy rápido puede ser malo sobre todo cuando lo que te espera al final es una explosión (véase USA del 2000 al 2007). Entre los factores de esta lenta recuperación destaca: 1) excesivo apalancamiento de familias y empresas; 2) limitada financiación del sector privado; 3) déficit público gran losa y 4) lentitud en creación de empleo.
Afirma que no nos van a sacar de la crisis ni los bancos ni los gobiernos ni los consumidores. Dice “los únicos agentes económicos que pueden anunciar esa luz son las empresas: no porque tengan fe en el futuro de la economía, sino porque se animen a poner en práctica proyectos de expansión superando el miedo y los obstáculos financieros, económicos o políticos. El día que el gerente nos llame a su despacho para enseñarnos los planos de la nueva planta, podremos dar por terminada la recesión que empezó en 2007”.
Las empresas sólo se van a decidir a crear puestos de trabajo cuando la consolidación de la demanda sea sólida.
No da una visión pesimista pero tampoco ingenuamente optimista como aquellos que ven brotes verdes por todas partes y aunque los hubiera, piensa que en cada brote está la solución.
Señala la diferencia entre la recuperación que se está produciendo en USA y en otras zonas como Europa, en parte por la mayor flexibilidad del mercado laboral en Estados Unidos.
La recuperación va a ser lenta. Lo cual no quiere decir que sea malo. Crecer muy rápido puede ser malo sobre todo cuando lo que te espera al final es una explosión (véase USA del 2000 al 2007). Entre los factores de esta lenta recuperación destaca: 1) excesivo apalancamiento de familias y empresas; 2) limitada financiación del sector privado; 3) déficit público gran losa y 4) lentitud en creación de empleo.
Afirma que no nos van a sacar de la crisis ni los bancos ni los gobiernos ni los consumidores. Dice “los únicos agentes económicos que pueden anunciar esa luz son las empresas: no porque tengan fe en el futuro de la economía, sino porque se animen a poner en práctica proyectos de expansión superando el miedo y los obstáculos financieros, económicos o políticos. El día que el gerente nos llame a su despacho para enseñarnos los planos de la nueva planta, podremos dar por terminada la recesión que empezó en 2007”.
Las empresas sólo se van a decidir a crear puestos de trabajo cuando la consolidación de la demanda sea sólida.
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