Interesante entrevista al emprendedor Bob Reiss en la Harvard Business School. Se puede ver AQUI
martes, 23 de junio de 2009
Don Tancredo
El domingo leí en Expansión empleo un simpático artículo de Plácido Fajardo en . Copio algunas palabras de Plácido:
"Gracias a la tauromaquia, la sabiduría popular ha atribuido el calificativo de Don Tancredo a quien se inhibe de tomar decisiones que le competen y corresponden. Permanecer pasivo, sin mover un solo músculo mientras ocurre algo que nos debería obligar a intervenir es una buena manifestación de tancredismo. ¿Les suena?
¿Cómo se puede permanecer años en una posición directiva de elevada responsabilidad, actuando como Don Tancredo? (…) Les doy unos rasgos característicos del perfil: no se mojan ni debajo de la ducha, se alinean siempre con la superioridad evitando discrepar o ser incómodos, se abstienen de tomar decisiones que les puedan meter en problemas, se comprometen con sus colaboradores sólo hasta donde no peligre su propio statu quo, prefieren enviar a sus tropas al frente de batalla mientras permanecen en la retaguardia. Como resultado, pueden permanecer años en sus puestos sin el menor desgaste, confundidos con el paisaje, como apéndices organizativos, cuya utilidad ignoramos aunque tampoco estorban mientras no se infecten.
Todos nos hemos lavado las manos como Pilatos en alguna ocasión. Al fin y al cabo, el cerebro sano tiene como prioridades mantener la vida y evitarle problemas. Pero ser un buen directivo entraña compromiso, defender la posición, mantener el criterio o frenar las injusticias, arrimarse al toro con arte y valor. Antes o después, a Don Tancredo no le esperan los honores de la Puerta Grande, sino la indiferencia de la memoria colectiva o el menosprecio del respetable bajo una lluvia de almohadillas."
Puedes ver el artículo completo PINCHANDO AQUI
"Gracias a la tauromaquia, la sabiduría popular ha atribuido el calificativo de Don Tancredo a quien se inhibe de tomar decisiones que le competen y corresponden. Permanecer pasivo, sin mover un solo músculo mientras ocurre algo que nos debería obligar a intervenir es una buena manifestación de tancredismo. ¿Les suena?
¿Cómo se puede permanecer años en una posición directiva de elevada responsabilidad, actuando como Don Tancredo? (…) Les doy unos rasgos característicos del perfil: no se mojan ni debajo de la ducha, se alinean siempre con la superioridad evitando discrepar o ser incómodos, se abstienen de tomar decisiones que les puedan meter en problemas, se comprometen con sus colaboradores sólo hasta donde no peligre su propio statu quo, prefieren enviar a sus tropas al frente de batalla mientras permanecen en la retaguardia. Como resultado, pueden permanecer años en sus puestos sin el menor desgaste, confundidos con el paisaje, como apéndices organizativos, cuya utilidad ignoramos aunque tampoco estorban mientras no se infecten.
Todos nos hemos lavado las manos como Pilatos en alguna ocasión. Al fin y al cabo, el cerebro sano tiene como prioridades mantener la vida y evitarle problemas. Pero ser un buen directivo entraña compromiso, defender la posición, mantener el criterio o frenar las injusticias, arrimarse al toro con arte y valor. Antes o después, a Don Tancredo no le esperan los honores de la Puerta Grande, sino la indiferencia de la memoria colectiva o el menosprecio del respetable bajo una lluvia de almohadillas."
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