Acabo de terminar de leer el libro de Paul Johnson titulado “Heroes”. Analiza e interrelaciona a personajes de la historia tan diversos como Alejandro Magno, Julio César, Churchill, Wittgenstein, Nelson, Napoleón, etc.
De los grandes personajes de la historia se pueden sacar valiosas enseñanzas para la formación de los directivos.
Alejandro Magno destrozó el imperio persa y lo sustituyó por el mundo helénico. Desarrolló una excelente administración profesional. Su tutor fue Aristóteles. Su principal factor fue su fuerza de voluntad. Una de las claves del éxito de Alejandro Magno era que conocía a sus mejores hombres por sus nombres, al igual que Churchill hizo lo mismo con sus pilotos de combate en la batalla de Inglaterra. Otra de las claves era la rapidez con la que se movía, en la toma de decisiones. Inventó la guerra relámpago. Pero quizás lo más definitivo no es que hubiera heredado de Filipo una excelente máquina militar, sino que continuamente la estaba mejorando mediante entrenamientos intensivos. Junto a este entrenamiento era importante que guiaba a sus ejércitos con mucha cercanía: marchaba con sus hombres, iba a la cabeza, estaba en primera línea en las cargas de caballería por lo uqe había resultado herido muchas veces.
Me ha llamado especialmente la atención la semblanza que hace del Duque de Wellington y su comparación con Napoleón en la batalla de Waterloo. Entre otros aspectos destaca que esa mañana Napoleón desayunó en vajilla de plata y comentó confiado que la batalla sería como tomarse el desayuno. Wellington, mientras tanto ese día no comió nada. Llevaba cuatro jornadas durmiendo una media de tres horas diarias preparando la batalla, apenas tomó nada en esos días salvo algo de té y tostadas. Wellington tenía gran serenidad en medio de las batallas. Irradiaba serenidad. La mayor parte de su carrera como general tuvo que ver, como él mismo decía, con “el sentido común y la atención al detalle”.
Wellington se convirtió en un magnífico lector de mapas (como Napoleón). Decía Wellington “el secreto del éxito en la guerra reside en conocer lo que hay al otro lado de la colina”. Consiguió que sus capitanes también supieran leer mapas, cosa que Napoleón no hizo, de hecho Napoleón perdió Waterloo porque Grouchy –su general- no sabía leer bien los mapas. Este es un ejemplo de delegación. Un buen líder no es solo el que consigue dominar determinado aspecto esencial sino quien además sabe inculcarlo en sus colaboradores.
I just finished reading Paul Johnson's book titled "Heroes." Analyzes and interacts with characters from history as diverse as Alexander the Great, Julius Caesar, Churchill, Wittgenstein, Nelson, Napoleon, etc. Of the great figures of history can draw valuable lessons for the training of managers. Alexander the Great destroyed the Persian empire and replaced it with the Greek world. Developed an excellent professional management. His tutor was Aristotle. Its main strength was his will. A key to the success of Alexander the Great knew that was their best men for their names, as Churchill did the same with their fighter pilots in the battle of England. Another key was the speed with which it moved, in making decisions. He invented the blitzkrieg. But perhaps the most definitive is that of Philip had inherited a great military machine, but continually being improved through intensive training. Along with this training was important for guiding their armies very close: marching with his men, led the way, was first in line of cavalry charges in so uqe was injured many times. I have called particular attention to the portrait makes the Duke of Wellington and its comparison with Napoleon at the Battle of Waterloo. Other highlights this morning at breakfast Napoleón silverware entrusted and said that the battle would be taken for breakfast. Wellington, meanwhile did not eat anything that day. Carrying four half days of sleeping three hours a day preparing for the battle, hardly took anything these days except some tea and toast. Wellington had a great serenity in the midst of battles. Radiated serenity. Most of his career as a whole had to do, as he himself said, with "common sense and attention to detail." Wellington became a great reader of maps (as Napoleon). Wellington said "The secret of success in the war lies in knowing what's on the other side of the hill." Also ensured that their masters could read maps, which Napoleon did, in fact, because Napoleon lost Waterloo, Grouchy their general well-could not read maps. This is an example of delegation. A good leader is not only mastering the essential aspect, but who also knows to instill in his staff.