viernes, 21 de mayo de 2010

Dirección por amenazas

Esto va por los alumnos del Máster de Turismo de Mallorca. Os prometí que os escribiría sobre “Dirección por Amenazas”. Es una expresión utilizada por el Profesor Javier Fernández Aguado. Este autor, reseña algunas consecuencias de este estilo de dirección:

• Ante el látigo, no queda otro remedio que aparentar interés, pero en poco tiempo brota el desánimo entre el personal.
• Las intimidaciones dejan de tener fuerza y el directivo busca nuevas formas de coacción. Se crea un círculo vicioso sin salida.
• El director no percibe la pérdida de fuerza de la organización pues está inmerso en la metodología de control e intimidación.
• Al no cumplirse las expectativas del directivo, éste cae en la difamación.
• El directivo tiende a centrarse sólo los aspectos negativos de las personas.
• El rechazo constante a las nuevas ideas —porque amenazan su posición— hace que se pierda la iniciativa y la proactividad.
• Son seres prerreflexivos. Su pensamiento sólo se centra en mantener su posición.
• Consideran a las personas como títeres.
• Creen que ellos son los únicos poseedores de la verdad.
• Buscan «aislar» al individuo y no permiten ningún tipo de organización entre el personal.
• No perciben con objetividad la problemática y la evaden.
• No viven lo que predican.
• No retienen el talento.
Os prometo escribiros sobre este tema. Os aseguro que hay verdaderos profesionales de este estilo de dirección. Realmente dan náuseas sobre todo cuando se revisten del ficticio ropaje de la “falsa humildad”. Dime de qué presumes…

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