miércoles, 10 de febrero de 2010

INVICTUS

INVICTUS es una interesante película de Clint Eastwood que te recomiendo. Está ambientada en Sudáfrica. Nelson Mandela sale de la cárcel tras 27 años de cautiverio. Se convirtie en Presidente. Poco después, en 1995, el país acoge el campeonato del mundo de rugby, tras años de ser excluídos de las competiciones debido al apartheid. Mandela (Morgan Freeman) aprovecha este acontecimiento y se apoya en el capitán y estrella de rugby Francois Pienaar (Matt Damon), como vía para acabar con el odio y la desconfianza existente durante décadas entre la población blanca y negra del país.

De la película se me han quedado algunas ideas:
1.- Necesidad del cambio. Recogida en una frase de Mandela, cuando pide el cambio a las personas de su entorno profesional "Si no cambio yo, cuando me lo piden las circunstancias, cómo puedo pedir que cambién los demás". El fue el primero que hizo ese cambio interior, empezando por practicar el perdón, el olvido de afrentas y llamando a la reconciliación nacional.
2.- Utiliza el rugby como afición nacional para unir y no para separar. Papel que juegan los sentimientos y emociones colectivas bien encauzadas.
3.- Organiza unos Clinics deportivos por todo el país para que los jugadores de rugby -aún reticentes- al ver la afición de los niños y de la población y la esperanza que tenían depositados en ellos, se comprometieran para conseguir la victoria.
4.- El duro entrenamiento, sin el cual, es difícil conseguir la victoria. Entrenamiento fuerte pero acompañado de motivación por una causa superior a la mera victoria en sí.
5.- El papel de la libertad interior de cada persona que nunca puede ser doblegada y se refleja en la poesía de Wiliam Ernest Henley que Mandela lee en la cárcel y que le acompaña durante toda su vida "yo soy el dueño de mi destino, yo soy el capitán de mi alma".

1 comentario:

MARCELO VAZQUEZ AVILA dijo...

Como bien dices, esa frase pertenece a William Henley. Poeta inglés nacido en el siglo XIX, que de niño sufrió tuberculosis, lo que finalmente resultó en la amputación de una pierna y 12 meses de recuperación en un Hospital de Edimburgo. Allí escribió varios poemas que le dieron su reputación. Su incapacitación física dejó otro legado literario en la forma de Long J. Silver, aquel personaje con pata de palo creado por Robert L. Stevenson en la "Isla del Tesoro" (1883).
Sus poesías incluyen "In Hospital" (1903). Este último con su poema más conocido, "Invictus" “Doy gracias a los dioses que pudieran existir por mi alma invicta. - Sometido a los golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero erguida. - No importa cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma”. Un abrazo